Patatas Rellenas Con Carne
RECETAS CON CARNE DE RES

Patatas Rellenas Con Carne Y Cajún.

patatas rellenas con carne que están que flipas. Así que si queréis ver cómo las preparo, no os perdáis la Receta. Comencemos.

para esta receta vamos a utilizar tantas patatas como comensales seáis o seáis capaces de comeros. Una, dos, tres, las que vosotros queráis. Las vamos a introducir en una cacerola con abundante agua. Es importante que la patata quede cubierta de agua. La temperatura a tope hasta que rompa el hervir y cuando rompa hervir, bajaremos la temperatura a fuego de 6 sobre nueve. Estará cocinando aproximadamente unos 40 minutos. Todo va a depender del grosor de la patata. Una vez que rompa hervir, bajamos la temperatura a 6 sobre nueve.

Preparación Receta Patatas Rellenas Con Carne Y Cajún
  • Ingredientes:
  • 4 patatas grandes
  • 500 gramos de carne picada de ternera
  • 200 gramos de Bacon
  • 2 cucharadas de sazonador Cajún
  • 200 ML de leche evaporada
  • 200 gramos de queso para fundir

Mientras que las patatas se van cocinando, vamos a ir preparando el relleno. Voy a utilizar carne picada de ternera, pero puedes poner la carne picada que más te guste. En una sartén añadimos un chorrete de aceite de oliva virgen extra. Ponemos una temperatura altita del 7 u 8 sobre nueve o incluso a tope, como queráis. E incorporamos la carne picada de ternera. Ponemos también el bacon partido en tacos, un poquitito de sal y lo vamos a cocinar hasta que esté bien fritito.

Cuando ya tengamos la carne y el bacon bien cocinado a nuestro gusto, en un vaso molón echamos la leche evaporada. Se la incorporamos a nuestro guiso. Leche evaporada, que es más ligera que la nata líquida. Esta es con un 4% de materia grasa. La vamos a remover y cocinar durante un par de minutos. Temperatura 7 u 8 sobre nueve. En ese par de minutos, vamos a especiar nuestra salsa. Vamos a poner sazonador cajún. Aquí os dejo los ingredientes: pimentón, pimienta negra, pimienta blanca, sal, ajo, cebolla, cayena, albahaca, orégano y tomillo. Cogemos un par de cucharaditas y se lo incorporamos. Removemos, cocinamos 20 segundos escasos y apagamos el fuego.

Echamos la carne en el cuenco y la reservamos hasta que se enfríe. Por cierto, se me olvidó deciros que la cocción la hagáis con la tapa puesta. Y para comprobar que la patata está cocida en condiciones, cogemos un tenedor. Y si este entra y sale así de bien, ya tenemos cocida nuestra patata.

Ya solo nos queda sacarla y dejarla enfriar. Cuando ya tengamos la patata fría, lo que tenemos que hacer es partirla con mucho cariño y con mimo por la mitad. Y ahora, con mucho cuidado, vamos marcando las patatas. Vamos a dejar un trocito, como de medio centímetro en el borde. Y así, cuando la tengamos ya bien marcada, vamos sacando la patata y la vamos vaciando con cuidado de no llegar hasta la piel. Porque si llegamos hasta la piel, tenemos un problema.

Cuando ya tengamos todas las patatas bien vaciadas, incorporamos la mitad de las patatas al cuenco donde tenemos las carnes. Con esta mitad que os sobra, os hacéis una tortilla. Removemos con cariño toda la patata hasta que se integre bien con la carne. Vais apretando para ir machacando la patata y que se vaya quedando en trocitos pequeñitos, como hecho puré. Si os fijáis, no la hemos aliñado ni nada porque con el sazonador que tiene la carne es más que suficiente.

Con la ayuda ahora de un par de cucharas, vamos a ir cogiendo la mezcla y la vamos a ir colocando sobre las patatas. Un buen montoncito sobre cada una. Cuando ya tengamos todas las patatas listas, lo que tenemos que hacer ahora es poner queso por encima como si no hubiera mañana. Si se cae por los lados, no pasa nada. Colocamos ahora por encima un poquito de bacon y nos lo llevamos al horno, 190 grados, calor arriba, hasta que funda el queso. Tiempo aproximado hasta que funda el queso: unos 10-12 minutos, 5 minutos, 7 minutos, todo depende hasta que funda el queso. Y apañado. Pasado el tiempo, sacamos las patatas del horno y ya las tenemos listas.

Patatas al Ajillo Con Huevo.


  • Huevos al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • 5 patatas
  • 3 dientes de ajo para freír las patatas
  • 5 dientes de ajo para la salsita
  • 2 cayenas
  • Vinagre de vino blanco
  • Perejil seco

Patatas al ajillo con huevo, impresionante si quieres ver cómo las preparo. No te pierdas el vídeo. Porque empezamos al lío.

Para hacer las patatas al ajillo, lo primero que vamos a hacer es llenar una sartén con un buen aceite de oliva virgen extra. Vamos a poner una potencia de 5 sobre 9 que tiene la inducción. Quiero que la patata no se haga muy fuerte, que se vaya haciendo poquito a poquito. Así que 5 sobre 9. Si es necesario, no dudamos en echar un poquito más de aceite.

Vamos a pelar las patatas y a quitarles la piel. Una vez que tenemos peladas todas las patatas, lo que tenemos que hacer ahora son cuadraditos. Así que las partimos por la mitad, de nuevo por la mitad, y ahora vamos a hacer cuadrados así de este tamaño, un bocado grande, más o menos como si fuese una patata brava.

Cuando tengamos todas las patatas peladas, las llevamos al grifo y las lavamos tres o cuatro veces hasta que el agua donde las estamos lavando salga cristalina y le hayamos quitado bien el almidón.

Cuando ya tengamos las patatas bien limpias y sin almidón, las ponemos en un trapo seco y limpio y las vamos a secar en condiciones. Esta parte, para mí, es una de las más importantes: el secado de la patata. La incorporamos a la sartén. Intentar que cuando pongáis las patatas no estén una encima de otra, intentar que estén todas en una línea. Nada más, temperatura 5 sobre 9, porque quiero que se medio confiten, o sea, que se vayan haciendo poquito a poco. Luego, ya al final, subiremos el fuego para que se doren bien, pero ahora lo que quiero es que se hagan bien en su interior. ¡Hala, a cocinarlas para que cojan ahora un poquito de saborcillo!

Partimos los ajos por la mitad, pero sin llegar al fondo, es decir, hacemos una rayita pero sin llegar al fondo. Con tres ajos es suficiente. Los incorporamos también al aceite para que ese aceitito vaya cogiendo un poquito de sabor al ajo. ¡Pues venga, que se vayan confitando nuestras patatas!

Mirad, 20 minutos después de cocinarlas al 5 sobre 9, las patatas están empezando a coger colorcito. Ya están tiernas en el interior. Con lo cual, ahora las vamos a dorar un poquito. Subimos la temperatura al 7 sobre 9 y las vamos a cocinar unos minutos más, hasta que las veamos que se doran.

A medida que se van cocinando, la patata se va poniendo más dura. Tener en cuenta que ya no tiene agua la patata. La vamos cocinando tanto que ya no tiene agua, ahora está, o es, una patata ligera, muy ligera. Ya la podéis mover, que ya no hay ningún problema, porque ya no se os va a romper, vale.

Y cuando esté doradita a nuestro gusto, la sacamos. A mí personalmente no me gusta que esté muy dorada, pero eso ya es gusto de cada uno. Al final, 25 minutos cocinándose las patatas, apagamos el fuego. Cogemos las patatas junto con el diente de ajo, sin ningún problema. Las escurrimos bien y las vamos echando en un colador con el propósito de que todo el aceite que puedan tener se vaya colando hacia abajo.

Lo que tenemos que hacer ahora es quitar casi todo el aceite. Vamos a dejar como dos o tres cucharadas, aproximadamente. Este aceite nos vale para cualquier otra ocasión. Así que lo guardamos y para freír otras patatas nos vale perfectamente.

Ahora lo que tenemos que hacer es darle un toquecito a unos ajos. Le quitamos los extremos y los vamos a pelar así, con el toquecito salen de maravilla. Vamos a hacer lo mismo con todos. Cuando ya tengamos los ajos pelados, lo que tenemos que hacer es partirlos en trocitos pequeñitos, primero en láminas y a continuación en muy pequeños, lo más pequeño que podáis. Que lo queréis dejar en láminas, pues lo dejáis en lámina, no hay ningún problema.

He puesto una temperatura de 6 sobre 9 para calentar el poco aceite que he dejado. Cuando este aceite empiece a temperatura, añadiremos los dientes de ajo que tenemos picado finitos y añadiremos también un par de guindillas. Para dentro. Así lo vamos a cocinar todo junto hasta que el ajo veamos que empieza más o menos a dorarse.

Cuando veáis que el ajo empieza a dorarse, en ese punto, lo que tenemos que hacer es levantar la sartén simplemente para que ese aceite pierda un poco de calor. Y cuando haya bajado la temperatura, incorporamos un buen chorro de vinagre de vino blanco. Ponemos la sartén de nuevo en el fuego y le damos vueltas hasta que emulsione. Volvemos a levantar y volvemos a seguir meneando, que esto vaya cogiendo color.

Si os fijáis, el fondo de esto empieza a ser como verdoso. Pues ya podemos apagar el fuego y seguimos emulsionando. Seguimos ligando ese vinagre con el aceite. Una vez que tengamos nuestra salsa emulsionada, fijaros el colorcito que tiene, ese tono verdoso.

Lo que vamos a hacer es incorporar nuestras patatas. Vamos a poner un poquito de sal, un poquitito de perejil seco por encima, y vamos a saltear las patatas durante un minuto aproximadamente, fuego 7 sobre 9.

Pues ahora ya sólo nos queda poner las patatas sobre una fuente. En esta misma sartén, vamos a echar un poco del aceite que teníamos reservado. Vamos a echar ahora los huevos así, con el fuego bajito, y ahora que se cocinen ahí, poquito a poco.

Una vez que los huevos estén cocinados, los sacamos y los colocamos sobre nuestras patatas. Echamos un poquitito de perejil sobre el huevo y, amigos míos, ya tenemos la cena lista. ¿Qué os parece? Lo único que nos queda, amigos, es partir un poco la yema del huevo. Fijaros qué maravilla, una patata mojar en la yema y disfrutar de esta maravilla por todos vosotros y compartirlo. Nos vemos en la siguiente receta.

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